El entrenamiento psicofísico para la puesta en escena del educador-creador

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Autores

Luis Manuel Martínez Domínguez, Profesor de la Universidad Rey Juan Carlos

Eva Latonda Crespo, Directora de Proyectos en la Agencia Creativa Con Causa

La universidad Rey Juan Carlos y Con Causa, Conexiones Creativas, comenzamos a andar un camino de encuentro creativo en el actual panorama de paradigmas educativos.

Tratamos de encontrar la técnica para que los docentes que quieran, sepan habitar su valor y desarrollen de forma consciente su capacidad educativa, en lugar de avanzar a trompicones y sin rumbo fijo, sobre la base de modas pedagógicas y una torpe imitación.

En nuestros sistemas educativos estandarizados, es común que el docente se convierta en un simple incitador de comportamientos humanos deseables por la sociedad. Y es porque no dispone de inspiración educativa, ni motivación creativa.

Desde una mentalidad adquisicionista, el docente busca que sus alumnos adquieran las competencias. Si su mentalidad es constructivista, procurará que no se limiten a copiar las competencias como las viven otros, sino que las hagan suyas. Pero a fin de cuentas, el objetivo es siempre alcanzar los resultados previstos sin apenas espacio para la creatividad.

Cuando se habla de creatividad en la educación, no se piensa en inspirar para un fin original, sino en crear medios originales para llegar a los fines estandarizados.

A través de nuestros talleres aspiramos por tanto a una mentalidad más abierta, una mentalidad educativa habitacionista que consiga que el docente logre iluminar a sus alumnos para que vayan más allá de lo previsto y habiten el misterio de su auténtico valor.

Decía Chejov: “Cada uno de nosotros puede ser valioso tan sólo de una manera propia e individual; si somos capaces de encontrar nuestro valor único, entonces este se deslizará en nuestra interpretación y nos proporcionará un excelente estilo propio e individual”. Este será el objetivo de un educador-creador, no reproducir estándares en su alumnado, sino ayudar a crecer a cada uno de ellos en su valor infinito y singular.

Este sería el entorno de trabajo ideal, sin embargo durante demasiado tiempo las dinámicas de trabajo se han desarrollado hacia el colectivo del aula como grupo, dejando a un lado el aprendizaje autónomo que fomenta la creatividad.

Convenzámonos. El camino para obtener resultados nuevos empieza por contribuir al crecimiento personal valorando la diferencia. Todos somos iguales como humanos, y a la vez, como humanos, somos diferentes e irrepetibles, con una singularidad que aportamos al mundo si nos ayudan para que florezca. Por eso el excesivo énfasis por el trabajo en equipo ha debilitado una fuerza de empuje todavía más poderosa, ahogando el desarrollo de los talentos personales.

"Cuanto más enfatizas la colectividad y pertenencia a un grupo y orientación, más baja es la creatividad",

Esta frase es de Barry Staw profesor de la Universidad de California en la Escuela de Negocios Haas en Berkeley y coautor del estudio "individualismo-colectivismo y creatividad de grupo", que fue publicado en la revista educativa Organizational Behavior and Human Decision Processes. Para su investigación el profesor Staw realizó experimentos con equipos de estudiantes de la universidad, demostrando en ellos que cuanto más se fomenta la individualidad creativa, mas ideas innovadoras y auténticas surgen.

Inspirar de este modo, a esa altura, es labor del docente. Para ello lo primero que debe lograr es habitar él mismo, en su propio valor, pues sólo una persona auténtica sabrá invitar a los demás a la autenticidad.

Y lo debe hacer sin imponerse, sencillamente invitando a que cada alumno habite su propio valor y así juntos, habitar en lo valioso.

Para estos docentes que desean ser inspiradores, estamos descubriendo las técnicas para que puedan habitar en su valía y desarrollen de forma consciente su capacidad educativa, en lugar de avanzar a trompicones y sin rumbo fijo sobre la base de modas pedagógicas y la torpe imitación.

Para esto, buscamos más allá de la pedagogía y nos apoyaremos de forma interdisciplinar en las técnicas interpretativas de Mijail Chejov, Augusto Boal, Jerzy Grotowski y Julia Cameron, aglutinándolas bajo el término de Técnica Conectiva. Nuestra intención es hacer de la vivencia educativa una conexión con el propio valor. Lo hacemos en espacio abierto que llamamos educación, y que no es algo individual o grupal, sino una realidad integral (personal, individual y relacional a la vez), abierta al infinito. Desde un punto de vista tan amplio, la educación no es una mera adquisición ni una construcción, es una realidad que se habita y que nos habita singularmente a cada uno haciéndonos crecer como seres humanos.

El entrenamiento psicofísico o físico imaginativo, es un sistema complejo y comprehensivo de la creatividad del educador-creador, admitiéndole como un artista que educa con su cuerpo y con él expresa su visión; ejemplo práctico de cohabitación entre lo real y lo imaginario. Esta expresión de la auto percepción sólo puede obtenerse a través de la continuidad, el esfuerzo, la dedicación y la confianza.

Las herramientas de interpretación aplicadas al educador, le proporcionan una forma de entrenar su imaginario, lo hacen flexible y accesible, permeable, para que cuando se presente la ocasión sea capaz de responder no sólo desde su cuerpo, de su intelecto o desde su imaginación, sino desde su propio compromiso creativo como ser humano físico, psíquico, emocional y espiritual. Un compromiso integrado, integral e íntegro.

Nuestra misión es conseguir un educador-creador capaz de pensar, sentir y emocionarse, capaz de habitar su valor para trascender con su acción educativa el estrecho plano de los objetivos estandarizados.